top of page

¡Autolidérate!




¡¿De esta manera me pagas?! me gritó mi jefe, por teléfono, después de haberse enterado de que yo lo había denunciado por fraude. “¡Te di la oportunidad!, ¡te capacité! ...” y siguió gritando y enviándome allá lejos… Ya hacen muchos años de este evento, y sin embargo esas palabras siguen resonando en mi mente. No fue fácil sobrellevarlo, desde el mismo momento que comprobé el fraude, y menos aún después de haberlo denunciado.

Coraje. Adaptabilidad. Una mirada positiva. Autoconocimiento y autocontrol. Y otros comportamientos, son aquellos que nos ayudan a transitar situaciones laborales o personales difíciles y complejos, como esa y otras, por las que a todos nos toca pasar en algún momento. Laberintos.

Y todo se resumen en nuestra habilidad de “autoliderarnos”: la combinación de una energía interna y una porción importante de racionalidad, que nos hace decidir hacia dónde ir, movernos, arbitrar los recursos necesarios, abrirnos paso entre obstáculos, y hacer que lo buscado, suceda.

¡Quiero autoliderarme!

Son varios los comportamientos que construyen el autoliderazgo. Aquí, cinco de ellos:

1. Planificación: para establecer nuestro rumbo, y ganar agilidad de movimiento. Deberíamos trazar nuestra propia “visión” (qué queremos ser y/o dejar como legado), y establecer las acciones necesarias para alcanzarla (habilidades, y objetivos intermedios).

2. Adaptabilidad: si queremos movernos por fuera de nuestra “caja” personal, tendremos que tener una enorme capacidad de adaptación a situaciones y cambios que no manejamos ni influimos. ¿Recuerdas el “círculo de influencia” de Stephen Covey? Salir de nuestra zona de confort, exponernos, relacionarnos con personas de distintas a nosotros (profesiones, edades, nacionalidades), viajar, rotar trabajos… ¡todo esto no hará más adaptables!

3. Optimismo: encarar cuestiones difíciles (objetivos, fechas ajustadas) y ver oportunidades donde hay problemas (el vaso medio lleno), se hace más sencillo con una óptica positiva. Profesionales de la psicología recomiendan cuidarnos de influencias negativas, procurar el bienestar físico, sonreír, agradecer siempre, realizar actividad de voluntariado, entre otras, para estimular nuestro optimismo.

4. Coraje y autoconfianza: no dejarse disuadir fácilmente, sentirse libre de opinar diferente, saber decir “no”, asumir el riesgo a equivocarse, se sostendrán más fácilmente cuando hay coraje y cuando uno cree en su propia capacidad. Estamos de acuerdo, la autoconfianza también depende de cuánto otros confían en nuestro trabajo… ¡pero nuestro trabajo, para que confíen, depende de nosotros!

5. Autoestima: nada tiene sentido si, antes que nada, no me quiero a mí mismo, no me valoro, cuido, considero importante. Y eso implica tener sueños propios, y perseguirlos…

En un artículo anterior, https://www.happinessatworkpy.com/post/autoliderarse-o-no-ser mencionamos otros cuatro comportamientos (autoconocimiento, autocontrol, responsabilidad, resiliencia) y una anotación sobre por qué es importante autoliderarnos.

Como dice Mac Anderson (autor motivacional neozelandés del siglo pasado), “Encuentra lo que hace que tu corazón cante y crea tu propia música”. ¡Autolidérate!


MBA Hernán Rocha

Especialista en estrategia y liderazgo.

LinkedIn: Hernán R. Rocha

Instagram: hernan_rocha_liderazgo

(595) 983 333 929

41 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
Publicar: Blog2_Post
bottom of page