"Autoliderarse o no Ser"
Todos pasamos por situaciones difíciles, complejas, de esas olvidables, en nuestras vidas o en nuestros trabajos, con jefes, compañeros, clientes, situaciones duras de sobrellevar, que se quedan resonando en nuestras mentes por varios días o semanas.
Autocontrolarse. Ser resiliente. Adaptarse. Tener mirada positiva. Coraje y autoconfianza… algunas habilidades que, en su momento, me han ayudado personalmente a transitar situaciones de ese tipo.
Se me ocurre que, en esencia, construyen el “autoliderazgo”: la combinación de una energía interna y una porción importante de racionalidad, que te hace decidir hacia dónde ir, moverte, arbitrar los recursos necesarios, abrirte paso entre obstáculos, y hacer que lo buscado, suceda.
“Liderar a otros es una fortaleza. Liderarte a ti mismo es el verdadero poder.” Lao Tzu (Filósofo chino – C. s. VI ac.)
¿Por qué autoliderarse?
Porque implica construir poder sobre uno mismo. Quien se autolidera se siente “protagonista”: se hace cargo de sí mismo. ¡Es!
Porque sin autoliderazgo no habrá liderazgo. Quién no se lidera a sí mismo, ¿podría acaso comportarse de manera tal de ser considerado un líder?
Parálisis por análisis
Quizás conozcas personas con dificultad para autoliderarse: padecen “parálisis por análisis”, se pierden en laberintos, se dejan llevar, no deciden. Se sienten “víctimas”: lo que sucede, “es porque otros así lo quieren o lo deciden”, sienten que es poco o nada lo que pueden hacer.
¡Quiero autoliderarme!
Cuatro comportamientos que, a mi parecer, son fundamentales para construir autoliderazgo, son (y en una próxima nota, hablaremos de otros cinco):
Autoconocimiento: Para saber quiénes somos y saber luego como autocontrolarnos. Autoreflexión y feedback de otros deberían permitirnos conocer nuestros valores, debilidades, fortalezas, emociones, motivaciones, etc.
Responsabilidad: Debería servir de motor-motivador, que nos lleve a hacer lo que tengamos que hacer para que esos objetivos establecidos, sucedan. Implica ejecutar, tomar la iniciativa, priorizar, tomar decisiones.
Autocontrol: Para mantener la calma y equilibrio en situaciones difíciles, y minimizar el impacto negativo de nuestras emociones en otros. ¡¿Cuántas veces nos hemos sentido prisioneros de nuestras propias emociones, y luego nos arrepentimos de algo que hicimos o dijimos?!
Resiliencia: ¿Somos capaces de recuperarnos y seguir firmes luego de situaciones adversas? Tener mecanismos efectivos para manejar el stress, recargar energías, o pedir ayuda a terceros, pueden ayudar a aumentar nuestra resiliencia.
“Las personas responden bien a quienes están seguros de lo que quieren.” – Anna Wintour (Actual Editora Jefe - Revista Vogue)
“Saber que se puede, querer que se pueda, … tentar al futuro… Cambiar el aire depende de ti…” dice Diego Torres en la canción “Color esperanza”, quizás, una poesía para el autoliderazgo.
MBA Hernán Rocha
Especialista en estrategia y liderazgo.
LinkedIn: Hernán R. Rocha
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