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Lo que publicas es lo que obtienes.

En la vorágine diaria de información, todos nos vemos involucrados en subir algo en las diferentes redes sociales, en los estados y en una compleja red de interactividad que, en la mayoría de las ocasiones, supera nuestra capacidad de consumir toda la información disponible, una cosa es invariable: el mundo digital es un reflejo del físico, tus publicaciones son un espejo de tu forma de ser o de pensar.

Una red social no es un nodo, un vínculo dinámico entre personas. Estas personas o grupos están al mismo tiempo conectadas con otros grupos, y de esta manera se multiplica en forma infinita las posibilidades que una publicación sea vista en cualquier sitio del mundo. Las ventajas de esto están a la vista de todos y nadie duda de la efectividad de la masificación de las redes sociales como canal de información, lo que sucede también, y menos analizado es que cualquier publicación que hagamos nos deja expuestos, esto es lo que se conoce como Big data (macrodatos) o la posibilidad de los gobiernos de espiar a sus ciudadanos o a personas que deseen ingresar a un determinado país, también es utilizado por empresas privadas para adquirir datos de sus empleados o de futuros empleados, cada vez más empresas apelan al Big data para ver los perfiles de las personas que están a su servicio. Para que esta forma de stalking corporativo no nos juegue en contra, les doy algunas sugerencias en el momento de administrar los perfiles personales en las redes sociales:

Dónde tengo presencia: Haz un listado de las redes en donde tienes perfiles, en muchas ocasiones se crean perfiles en diferentes redes sólo para probar su funcionamiento y luego nunca se las utiliza, esto da una impresión de descuido y olvido.

Lenguaje que utilizo: Define el tipo de lenguaje que utilizas, puedes discriminar un lenguaje más amigable con tus amigos y parientes, otro más formal para desconocidos, evita utilizar lenguaje soez o chabacano y menos cambiar tu tipo de lenguaje según tu estado de ánimo.

Con qué periodicidad hago posteos: Trata de ser constante y no impulsivo, que un día publiques diez fotografías o videos y luego nada durante mucho tiempo, las cosas que compartes de otro perfil (re-post) no debes contar como tus publicaciones, aún más, en la medida que puedas, trata de producir tus propios posteos y que tus redes no sean un cúmulo de expresiones de otras personas.

Cuánto tiempo le dedico a mis redes: Navegar por las redes no es lo mismo que dedicarles tiempo a tus redes, responde los mensajes, las opiniones en las cuales te mencionan o etiquetan, es casi una cuestión de educación básica que muchas veces no está presentes entre los usuarios de redes.

Qué redes priorizo: Tener presencia en muchas redes no es del todo bueno, mejor que selecciones dos o tres redes en las cuales te sientas más a gusto y solo utiliza esas, elimina tus perfiles de aquellas que no utilizas para evitar esa sensación de dejadez o descuido.

Qué tipo de información comparto: Trata de ser coherente en las cosas que publicas, puedes hacer un listado de los temas que te interesan y concéntrate en ellos, no es bien visto que un día coloques algo sobre política, al otro día una frase motivacional, luego algo sobre deportes y finalmente mensajes sobre activismo, los posteos hablan de tu personalidad.

Cómo quiero que se me vea: Elabora una lista con algunas palabras o emociones con la que quieres que las personas te vean en las redes y cada vez que publiques algo piensa si es acorde o no con esa lista.

Qué cosas no debo compartir: De la misma forma que el punto anterior, elabora una lista con las cosas que nunca o muy rara vez deseas publicar, así evitas que el impulso o la pasión te juegue una mala pasada.

Lic. Osvaldo Olivera

Especialista en medios digitales, docente universitario en Diseño y Comunicación, director de la Escuela Literaria Colofón.

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